Este próximo domingo será cuando la Iglesia celebre la Fiesta del Cuerpo y la Sangre de Cristo. Jesús, el Señor, muerto y resucitado. El Corpus por nuestras calles en un día en que también se conmemora el Día de la Caridad. No existen las casualidades...
La de la Eucaristía y la Caridad es una alianza indisoluble. Participar de la mesa del Señor debe traducirse en compartir: fe para una caridad transformadora y el Señor presente en aquellos ámbitos más debilitados de nuestro entorno. El Obispo de la diócesis ha celebrado la proximidad del Día de la Caridad con la comunidad de Cáritas y con los inmigrantes del asentamiento de Lucena en una semana en la que la Casa de la Iglesia ha abierto sus brazos para mostrar su labor y en la que los tribunales han dado la razón a la asignatura de Religión, denostada en muchos centros educativos. Alabado sea el Santísimo, que se hace presente y se muestra cercano en el sacramento del amor.
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