miércoles, 7 de agosto de 2019

¿Dónde está nuestro tesoro? Domingo XIX del T.O. Ciclo C.

Nuestra Señora de Bellavista. Bellavista. Aljaraque (Huelva)
E u c a r i s t í a s:

+ AljaraqueLunes a Domingos (20,30 h). Iglesia de NS de los Remedios.
Domingos (12 h). Iglesia de San Agustín.
DespachoLunes a viernes (de 19,30 a 20,30 h.) 
+ Bellavista: Lunes a Domingos (20 h). Despacho: Lunes a viernes (de  19 a 20 h).
+ CorralesSábados (19 h) y Domingos (11 h)Despacho: Media hora antes de la Misa.
¿Dónde está nuestro tesoro?

Afirma el Evangelio: “Donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón”. ¿Dónde está realmente lo valioso en nuestra vida? ¿Qué es lo que realmente cuidamos? ¿A qué damos importancia?
Nuevamente el mensaje directo de Jesús nos obliga a pararnos y a plantearnos sinceramente la existencia. Hemos de estar preparados porque la vida se nos va casi sin que nos demos cuenta: “Estad preparados, porque a la hora que menos penséis, viene el Hijo del Hombre”. ¡Qué importante ser conscientes de la importancia del ser, del cuidado de la interioridad, de los momentos de escucha, de oración, de llevar una vida según el Espíritu y no según la lógica del tener que conduce a la espiral del no ser!
Por eso, bien vale plantearse: ¿Dónde está nuestro tesoro? Si respondemos sinceramente, localizaremos nuestro corazón. Ojalá que esté cerca del gran Corazón.
Dibu: Patxi Velasco FANO - Texto: Fernando Cordero ss.cc.

jueves, 1 de agosto de 2019

No codiciar. Domingo XVIII del T.O. Ciclo C.

Nuestra Señora de Bellavista. Bellavista. Aljaraque (Huelva)
E u c a r i s t í a s:

+ AljaraqueLunes a Domingos (20,30 h). Iglesia de NS de los Remedios.
Domingos (12 h). Iglesia de San Agustín.
DespachoLunes a viernes (de 19,30 a 20,30 h.) 
+ Bellavista: Lunes a Domingos (20 h). Despacho: Lunes a viernes (de  19 a 20 h).
+ CorralesSábados (19 h) y Domingos (11 h)Despacho: Media hora antes de la Misa.
No codiciar
El Evangelio nos da un consejo muy concreto: “Guardaos de toda clase de codicia”. Vivir codiciando es vivir quemando etapas a ver si conseguimos aquello que no tenemos y entrar en la espiral del querer más y más. Y, al final, ¿para qué? La codicia busca la codicia. La vida acaba por anestesiarse con tanto deseo incontrolado. Lo que importa es amar.
El Evangelio es camino de compartir y de pobreza. Por eso es liberador y alegra el corazón de las personas. No sabemos cuánto tiempo estaremos en este mundo, lo cierto es que el tiempo que sea es una oportunidad para amar y no dejar que se estropee nuestro corazón con el cúmulo del más y más que agota energías y estropea los más nobles sentimientos de generosidad y entrega.
Ojalá aprendamos de las parábolas de Jesús. Él, buen maestro, sabe darnos las mejores lecciones que son las que transforman el corazón y huyen de la codicia destructora.
Dibu: Patxi Velasco FANO - Texto: Fernando Cordero ss.cc.