martes, 1 de noviembre de 2016

Orar por vivos y difuntos, obra de misericordia

2/Nov.: Conmemoración de los fieles difuntos
  
M I S A S
+ CAMPOSANTO: 17 h. 
+ CORRALES: 18 h. 
+ BELLAVISTA: 19 h. 
+ ALJARAQUE: 19,30 h.
Los santos, y los difuntos. El 1 y el 2 de noviembre hacemos memoria agradecida. Reflexionamos sobre nuestro camino, como peregrinos en el mundo, y sobre nuestro destino, como bienaventurados del cielo: Hermanos: Nosotros somos ciudadanos del cielo, de donde aguardamos un Salvador: el Señor Jesucristo. Él transformará nuestro cuerpo humilde, según el modelo de su cuerpo glorioso, con esa energía que posee para sometérselo todo.  (Flp 3, 20-21).
 
Rogar por nosotros y por ellos nos llena de Esperanza. ¡Qué podemos pedir para nosotros, los vivos, que no se nos esté dando…! ¡Qué para ellos, los difuntos, que no estén ya gozando con Él! Escuchar nuestros deseos profundos en relación a nuestros hermanos, ponerlos en palabras y dejarlos delante de Dios es un ejercicio que puede darnos Esperanza para afrontar la vida y el paso a la “otra vida”.  
Cuando los difuntos se hacen presentes en nuestra oración pedimos por ellos y por nosotros. Expresamos que los echamos de menos, que querríamos recuperarlos y tenerlos como antes, que volveremos a encontrarnos. Imaginamos que nos miran, que saben de nuestras vidas, que están pendientes de lo que nos pasa, de nuestras desdichas y de nuestros logros. Imaginamos que reciben a los que van llegando y les dan la bienvenida. Pedimos para ellos el abrazo misericordioso de Dios. ¡Y para nosotros también!
La vida plena para los vivos y la vida eterna de los difuntos. Roguemos al Señor... Rogar a Dios por los vivos porque hay gente que sufre tantísimo por la violencia, por el hambre, por la pérdida del empleo. Y rezar a Dios por los difuntos. Hoy más que nunca es necesaria esta obra de misericordia, porque rezar por los demás nos abre el corazón. Rezar por la salvación de quienes ya dejaron esta vida, significa confiar en el Amor. Una oración que hace memoria agradecida expresa que confiamos a su Corazón los anhelos más íntimos de las personas. El anhelo mayor es disfrutar, cuando llegue el día, del abrazo de nuestro Padre Dios.
ORACIÓN EN AUDIO para este día y ORACIÓN ANTE LA PÉRDIDA (Rezando voy). 
Decálogo de vida en la experiencia de muerte.

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