martes, 12 de septiembre de 2017

Felicitación del P.General de los Agustinos

En la Fiesta de San Agustín (28/Agosto/2017)
 

Queridos hermanos y hermanas de la Orden de San Agustín: 

Recibid mi más cordial y fraterna felicitación y la del Consejo General en la solemnidad de Nuestro Padre san Agustín. 

Quiero reflexionar brevemente sobre un tema importante en la vida de la Orden, de manera especial en la de los religiosos, que estamos llamados a presentar más directamente el pensamiento de san Agustín. Me refiero al conocimiento que tenemos de los escritos de nuestro Padre y, en relación con ellos, de su vida, pensamiento y espiritualidad. 

Quiero aprovechar esta celebración para insistir en la necesidad de conocer más a nuestro Padre a través de sus obras, publicadas ya en las principales lenguas habladas en la Orden. 

“No amamos lo que no conocemos, ni conocemos lo que no amamos”. Este principio tan agustiniano, tiene una gran actualidad, muy preocupante. Comenzando por nuestras casas de formación, cuyos estudiantes asisten a centros en los que no se estudia a san Agustín. Muchos de nuestros formandos concluyen su periodo formativo sin haber leído un solo escrito de nuestro Padre. Este déficit en el conocimiento de la espiritualidad de san Agustín supone un gran desconocimiento de la propia identidad, que se traslada a la vida personal y comunitaria. 

Aprovecho este saludo y felicitación para invitaros a tomar conciencia de la importancia que tiene conocer a san Agustín, su pensamiento y espiritualidad para vivir más intensamente nuestra vida religiosa como hijos suyos, con una identidad clara, que nos ayude a testimoniar y anunciar con más vigor el Evangelio. 

Nuestra misión es dar a conocer a san Agustín al hombre de hoy y en las circunstancias que vivimos. Esta finalidad será imposible, irrealizable, si no le conocemos, leemos y meditamos, si no rezamos con su bello pensamiento y profunda vivencia de la fe. Todo ello nos ha llegado a través de sus escritos. 

Os animo a reflexionar hoy sobre esta idea, a interrogarnos, a motivarnos, a disponer de un tiempo de oración personal y comunitaria. Os invito a que la solemnidad de san Agustín no sea un día más en la vida personal y de nuestras comunidades. Aprovechad esta fecha para disfrutar serena y profundamente de Dios, de la vocación a la que hemos sido llamados, de la figura de nuestro Padre, de sus escritos y de su pensamiento, saboreando alguna de sus muchas ideas, que tocan el corazón. 

¡Que celebrar a san Agustín nos ayude a entender nuestra vocación como vivencia de amor en nuestro Padre y, siempre, en unidad con los hermanos y hermanas de la Orden! 

Un abrazo fraterno, P. Alejandro Moral Antón OSA, Prior General

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